Si a Fernando Gago le hubiesen dicho hace un año que iba a ser uno de los mejores jugadores del fútbol argentino y que, como consecuencia, iba a regresar a la Selección argentina, ni él mismo lo hubiera creído. "El momento de la lesión fue el peor como profesional. Estuve dos meses pensando que me retiraba del fútbol", reveló en una entrevista a Página/12. Hoy no solamente continúa jugando, sino que además atraviesa, acaso, su mejor momento desde que decidió dejar Valencia para sumarse a Vélez.
Superó dos roturas del tendón de Aquiles en menos de seis meses -ambas contra River- y, medio año después, allá por noviembre de 2016, Pintita transformó su juego y su manera de desarrollarse dentro de la cancha. De aquel que se exasperaba rápidamente y por momentos se iba de los partidos a un líder futbolístico. Tomó la responsabilidad de ser el conductor del equipo desde atrás hacia adelante y consiguió convertirse en una de las piezas clave del plantel. Su ingreso reacomodó las ideas de Guillermo Barros Schelotto en el último torneo y, en este, afianzado en sus funciones, es cada vez más determinante. Sus números, así lo demuestran.
Según Opta, Gago es, en lo que va del campeonato, de los que más pases correctos da (312) y uno de los que más efectividad tiene , con un 81.7%. Pero su importancia dentro del funcionamiento del Xeneize se destaca aún más cuando se desglosa ese dato en otro: el 74% de los pases en el campo rival son exitosos, con nueve situaciones generadas desde sus pies.
LAS RAZONES DEL REGRESO
Próximo partido
Desde ahí se explica por qué Jorge Sampaoli lo llamó para su seleccionado . Aunque el esquema es uno al que no está habituado, el estilo que intenta imponer el de Casilda sí podría beneficiarse de su presencia en el medio . Más allá de haber sido considerado durante la era Batista y algún pasaje de la etapa de Sabella como uno de los que mejor entendía lo que Lionel Messi necesitaba, también tendría varias opciones de pase de la mano de un planteo que se nutre de carrileros para abrir la cancha y que centraliza con otros hombres de buen pie (como la Pulga, Dybala o el propio Icardi).
En Boca ya sabían que el llamado estaba por llegar y que será, nada menos, que para el partido en La Bombonera. Su último partido en la Albiceleste fue en un amistoso luego de la Copa América 2015, ante México, en Texas. Fue 2-2, con goles de Chicharito Hernández, Herrera, Agüero y Messi -ambos sobre el final-. Dos años, dos lesiones, tres técnicos y casi un retiro pasaron entre aquel pasado y este presente que lo perfila, otra vez, como el mejor socio para el mejor jugador del mundo.
