Diego Maradona le dio su voto de confianza allá por 2009. Desde entonces, por el banco de la Selección argentina pasaron Sergio Batista, Alejandro Sabella, Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli. El que no pasó fue el que se paró abajo de los tres palos: Sergio Romero . Chiquito debutó en la Albiceleste allá por noviembre de 2009 y se convirtió en una garantía en el arco. Una garantía que, después de haberse perdido el Mundial de Rusia, volvió a atajar con la celeste y blanca en el amistoso frente a Irak en Arabia Saudita y será titular nuevamente contra Brasil.
Los números son elocuentes: jugó los cinco partidos del Mundial 2010, los cuatro de la Copa América 2011, los siete del Mundial 2014, los seis de la Copa América 2015 y los seis de la Copa América Centenario. A ellos se le suman su titularidad en las 18 fechas de las Eliminatorias de cara al Mundial de Rusia y en 14 de las Eliminatorias para el Mundial de Brasil. Es decir que de los 64 encuentros oficiales previos a la última Copa del Mundo, Romero había disputado 60 . Un tipo comprometido al cien por ciento a pesar de la poca participación que suele tener en los equipos por los que pasó en estos ocho años.
Desde el 2014 para acá, el arquero surgido de Racing demostró su mejor nivel con la camiseta argentina: estuvo en todos los cotejos por los puntos (además de otros 17 amistosos) y, en promedio, recibió poquito más de medio gol cada 90 minutos, mantuvo su valla invicta en 20 oportunidades (sobre 37 cotejos) y fue el artífice de dos victorias por penales, frente a Colombia en la Copa América de Chile y la ya histórica serie contra Holanda en la semifinal del Mundial de Brasil (llegó a atajar cinco tiros desde los 12 pasos entre aquellas dos definiciones).
Goal
Cuentan los que estaban en la AFA que es tan grande el compromiso de Romero con la Selección que, cuando se conoció la lesión que lo dejaría afuera del que hubiera sido su tercer Mundial, le pidió al cuerpo médico que lo operen para intentar recuperarse en menos de tres semanas para llegar a la cita. Cuentan que hubo al menos cuatro reuniones a lo largo de la tarde antes de decidirse su baja, que finalmente no pudo evitarse.
Durante el certamen en Rusia, Wilfredo Caballero y Franco Armani ocuparon el arco de la Albiceleste y ninguno terminó de ganarse el lugar que estaba vacante. Por eso, Scaloni decidió -en su interinato- que sea nuevamente el tiempo de Chiquito: disputó los 90 minutos de los amistosos ante Irak y contra Brasil en Arabia Saudita y, a pesar de gol sobre el final frente a la Verdeamarela, respondió bien cada vez que le llegaron.
