Chile siempre ha vivido una historia de esfuerzo y sacrificio. Históricamente. Pero la seducción entre el aparato electrónico para realizar operaciones matemáticas y la realidad local, siempre ha sido estrecha. Y ésta, no ha sido la excepción.
Ahora, la operación calculadora se traslada a Mendoza, específicamente al Sudamericano Sub 20, donde Chile tiene la obligatoriedad de cumplir ciertos requisitos si es que quiere tomar las maletas y embarcarse rumbo a Turquía para disputar el mundial de la categoría.
Con una victoria ante Ecuador (4-1) y dos derrotas frente a Uruguay (0-1) y Paraguay (1-3), el panorama es el siguiente: Chile debe ganar este miércoles a Colombia (17:30 hrs.) y esperar que Perú empate el duelo de vida o muerte que sostendrá ante Ecuador.
Si aquello no sucede, la escuadra de Mario Salas dependerá de sí misma para el último partido, donde sólo un triunfo ante Perú los llevará a Turquía, no importando el resultado del resto de los compromisos (Colombia-Paraguay, Uruguay-Ecuador).
Si bien el cálculo no es tan complejo, Chile siempre está jugando al límite de las posibilidades. Y eso a través de la historia no ha cambiado nunca. En años.